Antes de realizar una fusión, compra o una gran inversión inmobiliaria, entre otras operaciones, es imprescindible un proceso de investigación. Así, la Due Diligence es el análisis previo a una operación de inversión para conocer posibles riesgos y contar con toda la información necesaria antes de cerrar la venta.
Requisitos de la Due Diligence
A la hora de realizar una Due Diligence se debe tener en cuenta unos puntos importantes para cumplir y hacer que la operación sea transparente:
- El vendedor debe proporcionar toda la información de la empresa. No debe ocultarse información para que la investigación sea precisa.
- Debe hacerse en un corto escaso de tiempo para cerrar la operación.
- Se debe firmar un contrato de confidencialidad entre las partes.
- En la Due Diligence deben intervernir diversas áreas legales (laboral, mercantil…)
¿Cuál es el objetivo?
El principal objetivo de la Due Diligence es conocer la situación real de la empresa en todas las áreas. Los resultados permiten reducir los riesgos de la inversión. Otra de las claves de la Due Diligence es que la evaluación sea independiente y lo más detallada posible para analizar posibles pasivos ocultos o contingencias que determinan la empresa.
Qué áreas intervienen en una Due Diligence
Previo a la operación de compra, venta o una inversión, no solo se tiene en cuenta la parte financiera sino todo aquello que afecta al funcionamiento de la empresa. Lás áreas a tener en cuenta en la Due Diligence:
- Área Financiera: es la más clara, permite conocer en qué estado se encuentra la empresa. Además de ver la viabilidad, se analizan las posibilidades de crecimiento, su liquidez o el grado de endeudamiento.
- Área laboral: el capital humano es otra de las partes más importantes de las empresas. Se analizará si se cumplen las relaciones laborales con los trabajadores, el estudio de los sistemas de retribución y si se está cumpliendo con las exigencias de la Seguridad Social.
- Área fiscal: comprobar que la empresa está al día con Hacienda.
- Área legal: se deben tener en cuenta varios aspectos: revisar los contratos contractuales, así como las escrituras de la creación, contratos con proveedores y todo tipo de litigios en los que hubiera estado inmersa. Además, es imprescindible analizar las licencias, patentes y marcas así como derechos de propiedad intelectual.
- Otras áreas: se tiene también en cuenta los aspectos comerciales, todo lo relacionado con la tecnología y software que utilicen y aspectos medioambientales que puedan influir en la actividad de la empresa.
Fases de una Due Diligence
Una vez definido el objetivo de la Due Diligence y las áreas que se deben estudiar, ¿cómo comienza el proceso? Las etapas para llevar a cabo la Due Diligence se establecen así:
- Recogida de la información: el primer paso tras declarar la intención de compra o inversión es solicitar todos los documentos necesarios al vendedor y a los registros públicos.
- Acuerdo de confidencialidad: La documentación que se revisa en el proceso es sensible, por este motivo debe firmarse un acuerdo de confidencialidad entre los asesores y los compradores.
- Reuniones y análisis: Se producen las reuniones pertinentes para analizar toda la información recopilada.
- Elaboración del informe: Se redacta el informe y se presenta a los inversores.
El proceso de la Due Diligence es de vital importancia para culminar una operación de forma satisfactoria. En Hernández Echevarria participamos en diferentes operaciones de inversión y compra. La última ha sido la venta de un aparthotel en el centro de Madrid por parte de una multinacional americana por valor de 12 millones de euros. Si necesitas ayuda, cuenta con nosotros.