Cuando hablamos de derechos humanos o derechos universales, no surge ningún atisbo de duda para la ciudadanía. Sin embargo, si nos referimos a los derechos digitales ¿cuántos usuarios sabrían definirlos? Es tan sencillo como pensar en aquellos derechos intrínsecos al ser humano, estipulados así por ley, que se pueden extrapolar al ámbito digital. Pero la realidad es que su desconocimiento nos ha encaminado en los últimos años a una inconsciencia total de las consecuencias que acarrea no ejercerlos. Así mismo, ¿cuáles son los derechos digitales que tenemos como usuarios de Internet?
Principales derechos digitales
Aunque cada derecho puede ramificarse en varios que contemplen acciones muy concretas, podemos distinguir fundamentalmente siete derechos. Los dos primeros hacen referencia al acceso universal a Internet, siendo este igualitario y sin ninguna discriminación, y a la libertad del usuario. Libertad en tres aspectos: información, comunicación y expresión. Otro de los derechos, muy relacionado con este segundo, es el derecho a acceder con libertad a cualquier página web o plataforma.
Los cuatro derechos digitales restantes, por su parte, se inclinan hacia el campo de la protección del usuario. Atienden así a la protección de datos y la privacidad, el derecho al olvido, la protección al menor y la propiedad intelectual. Estos siete derechos, y otros muchos más contemplados en la ley, no preocupan de igual manera a los usuarios. Algunos como el de la libertad de información, el de la propiedad intelectual o el de la privacidad inquietan especialmente a la ciudadanía.
Preocupaciones de los usuarios de Internet
A pesar de que son varios los derechos digitales que despiertan el interés de los usuarios, hay un aspecto concreto que levanta mayores suspicacias. Se trata del uso que grandes compañías hacen de los datos personales. ¿Qué permitimos cuando aceptamos la política de privacidad de una página web? ¿Cuánta información regalamos a las plataformas sociales cuando creamos un perfil? Aunque no seamos plenamente conscientes de ello, los gigantes de Internet comercializan con nuestros datos sin pudor. Y nos exponen a mercados de los que no tenemos por qué formar parte.
Además de ese tratamiento de los datos personales, los usuarios se ven muy afectados por los límites de la libertad de expresión. ¿Cuándo una opinión publicada en Internet cruza la línea de atentar contra el derecho al honor de otro usuario? ¿En qué momento surge el ciberacoso? En este sentido, la Red se convierte en un campo de minas en el que sortear los ataques recibidos. Así que mucho cuidado con lo que se publica en Internet. Hacerlo bajo un pseudónimo o tras una pantalla no nos exime de cometer delitos y, por tanto, ser penados por ellos.
Asesoramiento en Derecho Digital
Como en cualquier sector, sumergirse en el mundo digital puede resultar apabullante. Así que, ante dudas más específicas, es mejor acudir a un profesional. Para cubrir esta necesidad de asesoramiento en Derecho Digital, en HE Abogados contamos con un departamento específico. Nuestro equipo está perfectamente preparado para abordar cualquier incidente que pueda surgir en la Red. ¡Contacta con nosotros para descubrirlo!
