El mundo digital es una realidad que ha llegado para quedarse. Cada día se integra más en nuestras vidas. Tanto, que las actividades humanas son cada vez más digitales. Y es que el entorno digital, junto con la ayuda de la Inteligencia Artificial, es capaz de casi todo: tratar textos, organizar viajes, hacer cálculos, traducir, editar audios y vídeos… Es tal su capacidad, que se ha abierto una brecha en torno a esta rama, planteándose la creación de derechos digitales para proteger los derechos fundamentales de las personas.
Los derechos digitales
Los derechos digitales reconocen los derechos de las personas a acceder de forma libre a ordenadores, dispositivos electrónicos, redes de telecomunicaciones, plataformas, información… Además de usar, crear y publicar en medios digitales.
Estos son un tipo de derecho humano más, pero aplicado al ámbito online. De esta forma, se pretende crear y mantener un bien común para la humanidad. No existe un consenso entre países, por lo que cada país o Estado establece sus propias reglas. Sin embargo, en la Unión Europea, ya hay un inicio de propuesta para un marco común.
Derechos digitales en España
En 2016 entró en vigor el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). A través de esta norma, se protegía a las personas en el tratamiento y libre circulación de sus datos. Esta dejó obsoleta la norma española que estaba en vigor desde 1999. Por ello, para adaptarse a la normativa europea, el Parlamento español aprobó en 2018 la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales.
De esta forma, específica los derechos y libertades incluidos en la Constitución Española en los Tratados Internacionales en los que España está incluida. Esta ley regula los derechos de internet, el ámbito laboral y los menores de edad.
Qué derechos digitales se reconocen
En líneas generales son las siguientes:
- Acceso a Internet para todos en igualdad de condiciones: El Consejo de los Derechos Humanos de la ONU reconoce que esto es esencial para la libertad de expresión.
- Libertad de expresión, información y comunicación: tres derechos fundamentales amenazados por los gobiernos cuando intentan bloquear sitios web o redes sociales.
- Privacidad y protección de datos: de tal forma que el ciudadanos tenga control de sus datos personales y la seguridad de que estén protegidos.
- Derecho al olvido: para que la información privada de una persona se elimine en las búsquedas de Internet, bases de datos y directorios.
- Protección al menor: ya no solo de su integridad, sino también para garantizar un acceso seguro sin infringir los derechos de los menores.
- Propiedad intelectual: para reconocer la obra artística o literaria de los autores, ser remunerados y garantizar la libertad de acceso.
- Derecho al anonimato: para evitar la prohibición del envío de mensajes y comunicaciones cifradas, necesario para las transacciones fiables y seguras en Internet.
Gobernabilidad digital
Con un mundo cada vez más digitalizado, los derechos digitales cobran más importancia a medida que pasa el tiempo. De esta forma, se intenta eliminar cualquier barrera para que los ciber-gobiernos sean más horizontales, transparentes y participativos. Así, se intenta garantizar que ese nuevo mundo sea sostenible y que garantice la equidad, diversidad y privacidad.
Para que todo esto ocurra, es importante crear una buena base. Por ello, el desarrollo de algoritmos deben venir de la mano de la inclusión, el respeto, la sostenibilidad y la transparencia.
¿Carta de derechos digitales?
En 2021 se presentó la Carta de Derechos Digitales por parte del Gobierno de España. Con ella se pretende crear un marco de referencia para los derechos digitales de los ciudadanos y con el objetivo de ser una referencia internacional.
La tecnología sigue avanzando a pasos agigantados, cómo hemos visto con la Inteligencia Artificial, y la legislación deberá avanzar igual para garantizar los derechos fundamentales.
